miércoles, 31 de diciembre de 2014

Diferencias entre el contrato en prácticas, los becarios y el contrato para la formación y el aprendizaje
Es una cuestión muy común que se realizan, sobre todo, aquellos que han terminado sus estudios y se preparan para entrar en el mercado de trabajo. Es entonces cuando piensan en informarse sobre los tipos de contratos que le pueden ofrecer nada más salir de la universidad o de haber realizado algún curso con compromiso de prácticas en empresa. Ahora es interesante que tengas en cuenta también qué es el contrato para la formación y el aprendizaje.



 EL CONTRATO EN PRÁCTICAS:
Para empezar, el contrato en prácticas permite al trabajador obtener sólo práctica profesional según el nivel de estudios que ha estado realizando. En este caso, deberá tener un título universitario o de formación profesional de grado medio o superior,  títulos oficialmente reconocidos como equivalentes, así como certificado de profesionalidad.  En este tipo de contratos no existe un máximo de edad y la duración del contrato no puede ser inferior a seis meses ni durar más de dos años, aunque se puede modificar según convenio colectivo. A través del convenio colectivo se fijará también la retribución del trabajador, aunque no puede ser inferior al 60 % durante el primer año y el 75% durante el segundo año, sin que el salario pueda ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

LOS BECARIOS
En segundo lugar, los becarios. Antes de definir quiénes son los becarios, vamos a introducir en este apartado una información interesante y relevante. Nos referimos al nacimiento y fin de la obligación de cotizar: La obligación de cotizar nace desde el comienzo de la prestación del trabajo y no se interrumpe mientras dura la relación laboral entre el empresario y el trabajador. Incluso subsiste en las situaciones de incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia natural, disfrute de los periodos de descanso por maternidad y paternidad, o periodos de prueba del trabajador.
La obligación de cotizar termina al finalizar la prestación de trabajo, siempre que se presente el parte de baja del trabajador dentro de los 6 días naturales siguientes.
¿Esta cotización también será aplicable a los BECARIOS? La respuesta es SI. Esta cotización es aplicable a becarios e investigadores, incluidos en el campo de aplicación del Real Decreto 63/2006, de 27 de enero, por el que se aprueba el Estatuto del personal investigador en formación, durante los dos primeros años se llevará a cabo aplicando las reglas correspondientes a la cotización en los contratos para la formación, respecto de la cotización por contingencias comunes y profesionales. 
También será aplicable a las personas asimiladas a trabajadores por cuenta ajena a que se refiere el Real Decreto 1493/2011, de 24 de octubre, por el que se regulan los términos y las condiciones de inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social de las personas que participen en programas de formación, en desarrollo de lo previsto en la disposición adicional tercera de la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de la Seguridad Social, y las personas que realicen prácticas no laborales al amparo de lo dispuesto en el Real Decreto 1543/2011, de 31 de octubre, por el que se regulan las prácticas no laborales en empresas. No existirá obligación de cotizar por la contingencia de desempleo, fondo de garantía salarial ni por formación profesional.

 Los becarios no están regulados por el Estatuto de los Trabajadores. A través de un convenio establecido entre el centro de estudios y la empresa, los becarios trabajan a través de un plan formativo donde tiene nombrado a un tutor para que dirija su formación. Tanto el horario, el sueldo o la ayuda que reciba estará determinado por el convenio entre el centro educativo y la empresa.

EL CONTRATO PARA LA FORMACIÓN:
El contrato para la formación y el aprendizaje tiene por objeto la cualificación profesional de los trabajadores en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa con actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo.

En tercer lugar, el contrato para la formación y el aprendizaje permite que el trabajador adquiera práctica y formación para desempeñar un oficio. En este caso, el trabajador deberá carecer de titulación o certificado de profesionalidad. La duración del contrato es mínima de un año y máxima de tres, aunque se puede modificar según convenio colectivo sin que la duración mínima pueda ser inferior a 6 meses ni máxima a 3 años. En este tipo de contratos se tiene en cuenta la edad, que tiene que estar entre 16 y 25 (aunque mientras la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%, pueden optar hasta menores de 30 años). El tiempo dedicado al trabajo no podrá ser más del 75% durante el primer año y 85% durante el segundo y tercer año, dedicando lo restante a la formación. En cuanto a la retribución, el primer año de contrato será fijada por convenio colectivo sin que pueda ser inferior al SMI en proporción al tiempo de trabajo efectivo.
Una de las cosas que tienen en común el contrato en prácticas y el contrato para la formación y el aprendizaje es que el trabajador tiene derecho a prestación por desempleo

El límite máximo de edad no será de aplicación cuando el contrato se concierte con personas con discapacidad y en los supuestos de contratos celebrados con alumnos participantes en proyectos de empleo y formación. Tampoco será de aplicación el límite de edad cuando el contrato se concierte con los colectivos en situación de exclusión social previstos en la Ley 44/2007, de 13 de diciembre, para la regulación del régimen de las empresas de inserción, y sean contratados por empresas de inserción.






sábado, 6 de diciembre de 2014

La campaña de la aceituna revela un fraude del 60% en la contratación.

La última campaña de la aceituna fue la de mayor producción en Andalucía. En Jaén, con el 42% de la producción nacional, los aforos de la Consejería de Agricultura estimaban que se iban a generar 5,7 millones de jornales (se toma como referencia una media de 400 kilos por jornal). Sin embargo, los datos de altas en la Seguridad Social han revelado que apenas se han declarado 2,5 millones de jornales. Es decir, la mayor cosecha oleícola ha tenido una bolsa de fraude que supera el 60%.


La situación ya se dio en la campaña anterior, marcada por la escasa producción. Se declararon 1,1 millones de jornales frente a los 1,5 millones estimados en el aforo. “Es un mal endémico de los trabajadores agrarios por cuenta ajena como consecuencia de la estructura del modelo productivo”, señala Antonio Perianes, responsable de la Federación Agroalimentaria de CC OO. En su opinión, se trata de un problema que responde a un “modelo de relaciones laborales que no difiere en nada del siglo XIX”.
Los sindicatos no creen que el único problema sea la escasez de inspecciones. “La Ley permite al empresario dar de alta al trabajador durante las primeras 24 horas, con lo que es fácil burlar la labor de la Inspección una vez que pasa por las fincas”, agrega Perianes. En su opinión, en la agricultura no debería haber contratos eventuales y sí fijos-discontinuos. “Lo que ocurre es que esa figura penaliza para el derecho al cobro del subsidio agrario”, abundó el dirigente de CC OO.
El fraude en el campo es escandaloso en la campaña de la aceituna, pero también en otros sectores de la agricultura andaluza. De hecho, CC OO sostiene que son las provincias de Sevilla y Almería las que presentan una mayor tasa de contratación irregular. Y otro tema que preocupa a los sindicatos es la creciente práctica de la venta de peonadas. En la provincia hispalense ya se ha imputado a cinco cooperativas por haber vendido fraudulentamente jornales a eventuales agrarios.
Pero es en Jaén donde la economía sumergida en el olivar es una constante. “Esto no puede seguir así, no existe intervención de la Inspección de Trabajo y vivimos en el trapicheo permanente”, subraya José Moral, secretario provincial de CC OO, quien sugiere que la Administración no interviene en este tema “para no crear un conflicto social aún mayor en una provincia con una tasa de paro del 40%”. Moral habla de la paradoja de que las altas en la Seguridad Social sean, prácticamente, las mismas cada año, con independencia del número de jornales generados. “Los empresarios dan el mínimo de altas en la Seguridad Social y los trabajadores del campo son los grandes damnificados”, añade Moral.
Con todo, desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) se relativiza el nivel de fraude. Para el secretario regional, Agustín Rodríguez, parte del desfase que hay entre los jornales previstos en el aforo de la Junta y los que se declaran a la Seguridad Social se debe al empleo que absorben los autónomos y trabajadores por cuenta propia, que suelen ser los propietarios de las explotaciones.
Y si el fraude ha sido elevado en un año con abundante empleo, los sindicatos se temen lo peor ante la próxima campaña de la aceituna, donde se vaticina un drástico recorte de la producción por las inclemencias climáticas. Una caída que ha hecho saltar todas las alarmas entre los trabajadores eventuales agrarios del campo. “El Gobierno tiene que intervenir para atender las necesidades laborales y sociales básicas”, subrayó José Moral, secretario de CC OO en Jaén. En su opinión, es preciso ir más allá de medidas coyunturales y “apostar por planes de empleo y de desarrollo para Jaén que no vengan únicamente al calor de una mala campaña”.
De momento, varios partidos políticos y sindicatos han pedido un PER especial en Andalucía para atenuar la merma de jornales agrarios como consecuencia de la sequía. Además, se va a pedir al Ministerio de Empleo la reducción de las peonadas necesarias para el cobro del subsidio.
El alcalde de Arjona (Jaén), el socialista Javier Sánchez Camacho, vaticinó que, al igual que hace dos años, “tendrán que ser los alcaldes socialistas los que hagan crujir las costuras del Ministerio de Empleo” para defender a los trabajadores del campo. Sánchez no descartó el inicio de movilizaciones para arrancar al Gobierno un compromiso.
También la consejera de Agricultura, Elena Víboras, considera “razonable” esta petición y ha adelantado que el Gobierno andaluz apoyará la demanda.



 

martes, 2 de diciembre de 2014

El presidente de Jazztel, Fernández Pujals, confiesa a Risto Mejide sus "tres razones para despedir a un individuo"



El presidente de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, fue uno de los invitados de Risto Mejide este domingo en el programa 'Viajando con Chester de Cuatro.
"Me recomendaron que no viniese, porque eres un entrevistador difícil", espetó a Risto Mejide al comienzo de la charla, antes de asegurar que "no cuento el dinero que tengo en el banco, que ahora mismo, dinero propio, no pedido prestado, cero, y dinero en efectivo 'pecata minuta'".
"Yo gané dinero con inversión con Telepizza, que en un principio fue de 10 millones de pesetas, 60.000 euros. En ese momento nadie en España distribuía pizzas a domicilio, era 1987. Venían peticiones de franquicias a mogollón, pudimos franquiciar el país entero", comenta.
"Yo tenía cero experiencia en negocios y muchas personas me dijeron que estaba loco. Pero lo que me decían me entraba por una oreja y me salía por otra. Nuestro crecimiento fue espectacular, pero nadie se enteró hasta que salimos a bolsa. No paraba de crecer y así me hice rico. Aunque no me sentí rico hasta que vendí. En ese momento, medio mundo viene a ver si puede meter la mano en tu bolsillo de alguna forma", explica, antes de puntualizar que "vendí por 370 millones de euros, que son unos 30 millones por año".
De las pizzas a Internet
"Yo fundé Jazztel sabiendo cero. No usaba Internet ni usaba el móvil. Ahí fui muy atrevido, pero era un negocio de miles de millones. Pero si tuviéramos el dinero que tienen los otros tendríamos tiendas por todos los barrios", comenta, antes de agregar que "este año he ganado cero, el año pasado cero y el año anterior cero".
"Si vas a la guerra, ve a ganar rápido y feroz. Hay tres razones para despedir a un individuo: si es bruto, si es vago o la falta de ética", confiesa. "He apoyado una vez al Partido Popular", asegura, antes de expresar que "no conozco la reforma laboral".
"En España existe una deficiencia en el sistema educativo. Al final del final no te enseña todo lo que hay que hacer para triunfar en esta vida. Falta formación", apunta al ser preguntado sobre la desigualdad en este país, antes de asegurar tajantemente que "la pérdida de empleo es por la falta de personas que sepan montar negocios, dirigirlos y generar empleo".


Desconfianza en Pablo Iglesias
"Los mensajes de Podemos son los que yo escuchaba en Cuba en el año 59. Yo ya lo viví una vez con Fidel Castro, que mintió por todos los orificios del cuerpo. Este señor está haciendo lo mismo. Ahora está moderando su discurso con el objetivo de llegar al poder. Si yo hablo con él, ¿podría convencerle de montar conmigo una escuela de másters para que el español de a pie se convierta en líder?", pregunta.
"El mejor gobernante que podría tener España sería Amancio Ortega o Juan Roig", sentencia, ya que "si un empresario se metiera a la política entraría la inversión extranjera a mansalva". "El dinero tiene que tener confianza con la dirección de un país, y con ellos se daría una tranquilidad a los inversores bestial, y eso crearía empleo", expresa.
"Al débil hay que convertirlo en fuerte. El único realmente débil es el anciano, o el que tiene una minusvalía. Pero el que está bien, lo que le falta es formación. Yo surgí de la nada, ¿por qué otros no lo pueden hacer?", se cuestiona.
"Yo puedo afirmar, porque estoy convencido, que la gestión privada es más eficaz y más eficiente que la pública. Soy liberal, porque opino que la gestión privada funciona", concluye.